Estimado Sr.
Wert:
Me dirijo a
usted a través de este medio para mostrarle mi oposición al trato que el anteproyecto
de la ley de educación (LOMCE) da a las Humanidades.
Desconozco
el origen y los motivos de la costumbre fuertemente arraigada en nuestro país desde
hace más 40 años de atacar e ir eliminando las materias humanísticas de
nuestras enseñanzas básicas con cada reforma educativa.
Cada vez que
escuchamos hablar de reforma educativa, Sr. Wert, los de Clásicas ya sabemos
que vamos a estar en el punto de mira. Y no para bien, precisamente.
A las
pruebas me remito: el anteproyecto de la LOMCE no contempla la Cultura Clásica en
ningún curso de la ESO; el Griego pasa de obligatoria de dos años a optativa de
un solo año y de oferta no obligatoria, así que, el centro que
buenamente lo estime, la ofertará. El que no, no. El Latín, a día de hoy, queda
igual, aunque antes de verano todo apuntaba a que sería materia obligatoria
para todos los alumnos de 4º de ESO. Así lo informaban muchos medios. ¿Qué pasó
con esto, Sr. Wert? Porque el anteproyecto dice otra cosa: es optativo a la
Biología.
Y esto no es
nuevo. Lo hemos venido constatando desde la LGE de 1970, impulsada por Villar
Palasí, la LOGSE, …
¿Es normal,
Sr. Wert, que en un país eminentemente humanista, como lo es España, sean las
propias Humanidades el primer objetivo a atacar ante cada reforma educativa?
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que somos muchísimos los profesionales de la Filología Clásica los
que año tras año, sin contar con más recursos que nuestros conocimientos y
nuestra imaginación, hemos ido levantando en nuestras clases pasiones por el
Antigüedad Grecorromana? Y el 99,9% de estos alumnos apasionados jamás
estudiará Filología Clásica. No. No necesitamos a tantos. Pero, le aseguro, que
llegan a sus bachilleratos de Ciencias o de Letras agradecidos de haber
recibido dichos conocimientos.
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que hemos sido los propios profesionales de la Filología Clásica los
que hemos creado y sostenido únicamente con nuestra ilusión los numerosos
Festivales de Teatro Grecolatino y Jornadas de Cultura Clásica que se celebran
por todo el territorio nacional? Vaya a Segóbriga, a Madrid, a Mérida, a
Sagunto, a Sevilla, a Córdoba, a Barcelona, a Tarraco, a Pamplona, a Lugo, a Oviedo,
a Cádiz, a Toledo, a Málaga, a Santander, a Valladolid. Vaya y disfrute viendo
a nuestros alumnos paseando con sus mochilas por las calles de Itálica y
sentados en la cavea del teatro de Mérida; vaya y disfrute viéndolos en
Segóbriga reír por la mañana con Lisístrata y, por la tarde, en Tarancón,
llorar con Edipo; vaya y disfrute viéndolos boquiabiertos ante los mosaicos de
Carranque o ante la colección de ajuares que custodia el museo de Almenara-Puras.
¿No los ha visto? Yo sí. Los he visto muchas veces. Todos los años. Este
espectáculo usted se lo está perdiendo, pero, por favor, no haga que nos lo
perdamos también nosotros. La enseñanza es una profesión muy dura y ver
disfrutar así a nuestros alumnos nos da esa motivación que no se nos da desde
las instituciones.
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que somos los profesionales de la Filología Clásica quienes enseñamos
a los alumnos de Ciencias que optan en la ESO por la Cultura Clásica, el origen
de las ciencias y la técnica en occidente y la creación de todo el vocabulario
técnico y científico que, como todos sabemos, es de origen griego y latino?
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que somos los profesionales de la Filología Clásica quienes, a través
de la mitología, ponemos los cimientos para que nuestros alumnos entiendan no
sólo la filosofía, sino también la pintura, la arquitectura, la escultura, la
literatura, en una palabra: el Arte?
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que somos los profesionales de la Filología Clásica quienes, a través
de la enseñanza del griego y del latín, dotamos a nuestros alumnos de los
recursos lingüísticos suficientes para poder aprender y comprender mejor las estructuras
y el léxico de las lenguas modernas? ¿No lo sabe? Nuestro trabajo es poner los
cimientos de las demás disciplinas. Muy duro, por cierto, pero nos apasiona.
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que los profesionales de la Filología Clásica de nuestras
universidades cuentan a nivel mundial con un prestigio y reconocimiento tales
que son invitados a ponencias y congresos por Europa y América?
¿Sabe usted,
Sr. Wert, que somos los profesionales de la Filología Clásica de los institutos
y colegios los que más integramos las TIC en las aulas, los que más blog
generamos en internet, los que más recurrimos a medios audiovisuales y los que
más exigimos a nuestros alumnos saber usar numerosos programas informáticos
porque, como siempre les decimos, son indispensables para el futuro? ¿No lo
sabía? Sí, Sr. Wert, la Cultura Clásica y el Griego, esas asignaturas que
desaparecerán si no se rectifica la LOMCE, utilizan la modernidad para enseñar
la antigüedad.
Y, por
último, ¿sabe usted, Sr. Wert, que este amor por el mundo grecorromano nos ha
llevado a muchos de nosotros, profesionales de la Filología Clásica, a cambiar
la metodología tradicional del latín y a aprender a hablar latín para impartir
nuestras clases en latín? ¿Sabe usted que en muchos colegios e institutos de
todo el territorio nacional la lengua vehicular de las clases de latín es, cada
vez más, el propio latín y que los alumnos de 15 y 16 años siguen la clase a la
perfección, usan esta lengua activamente en clase y entienden directamente los
textos latinos sin ningún tipo de análisis previo, ni búsquedas en el
diccionario? ¿No lo sabe, Sr. Wert? Yo lo invito a que un día venga media hora
a mi colegio y vea a mis alumnos de 4º de ESO o de 1º de Bachillerato hablando
en latín sobre la constitución del Imperio Romano o explicándoles a sus
compañeros la composición de una familia romana, por ejemplo. Venga a verlo,
está invitado a esto y, si se le apetece, también a un café. Sí, lo sé, ¿hablar
latín para qué? Externamente, para nada; internamente, les crea seguridad,
satisfacción y, sobre todo, la motivación de verse capaces de algo que habían
oído que era imposible. ¡Éste es nuestro verdadero trabajo!
¿Por qué
este empeño, Sr. Wert, por destruir algo que funciona tan bien, que tanto nos
ha costado construir y que da frutos, muchos y muy buenos?
Quiero
apelar a su comprensión y pedirle que, como hasta ahora, se mantengan en la ESO
y el Bachillerato las humanidades clásicas: la Cultura Clásica, el Latín y el
Griego.
Por eso, le
ruego, Sr. Wert, tenga a bien rectificar el trato que la LOMCE da a las
Humanidades, y, por el respeto que sinceramente me causa, hágase el favor de no
pasar a la historia como el ministro que ha eliminado las Humanidades de
nuestro sistema educativo.
Reciba un
afectuoso saludo,
Alejandro Pastor
Dpto. Clásicas
Colegio San Ramón y San Antonio