El
12 de agosto del año 490 a.C, en la llanura de Maratón, a 42 km de Atenas, los
griegos, de forma inesperada vencen a los persas, liberando a las polis griegas
de quedar sometidas al dominio persa.
Un ateniense, Filípides, llega a Atenas y anuncia la victoria. Súbitamente se desploma y muere.
Dos mujeres y un coro, lamentándose, lloran y velan el cuerpo yacente de Filípides.