El mito de "El rapto de Peséfone" pretende explicar el ciclo de las estaciones, pero, como todo mito griego, encierra el papel pluridimensional de educar al hombre y transmitirle valores. Este mito realza el valor de la familia y la importancia del esfuerzo y del trabajo, ya que sin éstos no llegan los frutos. También, recuerda que el hombre, más allá del sufrimiento o de una ruptura, tiene la capacidad de reponerse y resurgir de sus cenizas luchando por aquello que más ama y venciendo a fuerzas más poderosas (resiliencia). La tierra y el Hades, simbolizan que la vida es un movimiento cíclico de luces y sombras y que ninguna de las dos es eterna, sino que de ambas se sale.